miércoles, 6 de julio de 2011

¿Los extraterrestres existen?


Por ser la evidencia tan abrumadora, cualquier análisis del tema extraterrestre, debe iniciar reconociendo las evidentes limitaciones de nuestra paliativa ciencia y contaminante tecnología. En consecuencia, hemos de partir devaluando la pregunta que hace el título de este escrito (¿Los extraterrestres existen?), dando por hecho no sólo la vida extraterrestre, sino también la de vida extraterrestre inteligente. Ya posteriormente formularemos pues, la pregunta correcta.

Tablilla Sumeria
Los hallazgos arqueológicos del pueblo sumerio, el factor común religioso del “gran diluvio”, la procedencia “del cielo” de todos los dioses de las antiguas mitologías, la palpable evidencia histórica de especies “superiores” interviniendo a la nuestra. Más recientemente, el grupo de planetas “habitables” recién descubierto por las últimas sondas espaciales.
Gliesse 581

Por otra parte, los testimonios de agrupaciones multinacionales y organismos de seguridad de alto perfil, prominentes científicos y religiosos de varias partes del mundo (antes conservadores recalcitrantes), no sólo aceptando la posibilidad de que exista vida inteligente fuera de la tierra, sino también considerando la posibilidad de un ataque masivo al peor estilo de la conquista. Todo esto ha dado credibilidad, cuerpo y fuerza a lo que antes se creyó “alucinaciones dementes”, aseveraciones ridículas, o ciencia ficción de OVNIS.

Stephen Hawking
Aceptar por fin que el sol no giraba alrededor de la tierra, nos costó un error peor: Poner al hombre, su ciencia y religión, como centro del universo. Con ello perdimos cualquier otra opción de replantear el pasado y futuro humano, fuera del dogma religioso o la comprobación científica. Pero en fin, partiendo pues del hecho que existe vida inteligente fuera de la tierra, la pregunta ya no sería si los extraterrestres existen, sino más bien preguntaríamos: ¿Qué tan cerca de ellos estamos?. O dicho de otro modo preguntaríamos: ¿Por qué no se han manifestado pública y masivamente?
Prototipos de naves según su época

En un momento de la historia humana, Europa y América se desconocieron mutuamente. Y así estuvieron, hasta que el más “avanzado” en tecnología naval pudo llegar donde el menos avanzado (Europa llegó a América, cuenta la historia común) En base a ello pregunto: ¿Cuántos milenios pasaron desde la creación del humano, hasta que esto ocurriera? Ahora bien, si Europa y América fueran dos civilizaciones inteligentes en planetas distintos, pregunto, ¿Por qué no se ha dado este encuentro a nivel planetario aún? Pregunto, ¿Cuántos milenios han pasado desde la creación de los primeros planetas habitables hasta ahora? En escala proporcional, este encuentro debió haberse dado hace muchísimo tiempo atrás. De tantos planetas en el universo que pudieran albergar vida inteligente, incluso desde antes de que hubiera vida inteligente en la tierra, ¿Qué nos hace pensar que la vida inteligente sólo existe en el planeta tierra?. Aplicando lógica lineal (no caótica, siquiera) y estadística simple (sin entrar en viscerales implicaciones cuántico-físicas o astro-biológicas) lo más sensato es que a estas alturas ya debiéramos haber sido descubiertos, intervenidos o colonizados por extraterrestres. A este punto del análisis, he de recalcar, que eso es lo que plantean los textos más antiguos de la civilización, es decir, que fuimos intervenidos por extraterrestres. Sin embargo, todos nos preguntamos: ¿Por qué no se muestran?

Para desarrollar este cuestionamiento, primero analizaré las tres opciones que saltan a simple vista; luego de ello, las otras posibles causas. A saber:
¿Recurso Terrestre?
1) Ellos (los extraterrestres) no han querido mostrarse 2) “Alguien más” no quiere que los extraterrestres se muestren 3) No son ellos los que no quieren mostrarse, sino nosotros que no podemos verlos. Considerando como premisa, el hecho de que sean tecnológicamente superiores a nosotros (por habernos podido encontrar ellos a nosotros, y no nosotros a ellos), pregunto, ¿Por qué mantenerse en el anonimato?, ¿Por qué no simplemente colonizar, invadir o someter (igual a como hubiéramos hecho nosotros con otras civilizaciones menos avanzadas, tal y como lo hemos hecho, durante toda la historia terrestre)? Tal vez nos consideren mascotas demasiado inferiores a ellos, o tal vez nos consideran recurso (alimenticio, experimental, etc.). Caso tal, no valdría la pena ningún tipo de comunicación adicional a la que implique la explotación del recurso en sí mismo.
Hembra ET

En la segunda opción (“Alguien más, no quiere que los extraterrestres se muestren”), el ente que nos estaría impidiendo toparlos (para bien o mal de la humanidad terrestre) pudieran ser otros extraterrestres (alguna especie de consejo superior, que impida el aceleramiento o desaceleración de la evolución de las especies, a causa de factores externos a su propia naturaleza). De igual forma pero en sentido contrario, el ente que nos mantiene a espaldas del resto del universo, pudiera estar constituido igualmente, por humanos de algún tipo de orden superior (tal vez gobiernos de potencias mundiales, interesados en pactar con los extraterrestres a cambio de conocimiento o tecnología que les garantice su continuidad en el poder)

Supuesto cráneo ET
La tercera opción parece la más sencilla, pero expone una limitante de proporciones considerables para con la humanidad. Tal vez no estemos preparados para “tratar” a otras especies “superiores”, o ni siquiera para percibirlos aunque los tengamos al lado nuestro (dimensiones y universos que interactúan con el nuestro, a través de nuestro cuerpo astral etc.). Lo cual nos deja en un estado de facto igual al de ser considerados mascotas (la primera opción analizada, de mascotas o recurso)

Mars Attacks
Existen otras posibilidades, dentro de la gama que he considerado (aclarando que pueden haber infinitas), no tan evidentes como las anteriores, pero igual de importantes en su análisis. La falta de contacto podría deberse a una simple “diferencia de horarios”. Es decir, digamos que estos extraterrestres decidieron tomarse “unas vacaciones” en algún lugar de cualquier universo, donde el tiempo pasa mucho más lento que en la tierra. En consecuencia, pudieran estar regresando “en días” (para ellos); lo que para nosotros significaría siglos o milenios. Otra opción, perfectamente factible, sería que los señores extraterrestres nos temen, ya que de algún modo (desconocido aún) los seres humanos de este planeta pudiéramos afectarlos negativamente. También existe la posibilidad de que los extraterrestres que “nos visitan”, seamos nosotros mismos viniendo del futuro. Por último, (pero no por menos importante), existe la teoría del holograma. Es decir, una especie de realidad virtual que a modo de salto evolutivo, estaría por destruirse en el 2012 u año posterior. En consecuencia, los extraterrestres hubiesen podido decidir no intervenir con la humanidad saliente, sino manifestársele a la entrante (mucho más evolucionada)
Todos estos casos han sido previamente analizados y discutidos por estudiosos del fenómeno OVNI. Aún así, cualquiera que sea la razón, existe una realidad tras bastidores que nos sitúa en desventaja para con estos seres. Aunque no la hemos pasado tan mal, sobreviviendo alejados del tema extraterrestre, tampoco tenemos certeza de lo que “hubiéramos podido ganar” tomando otra actitud. Tampoco sabemos hasta cuándo durará esta “tranquilidad”, sin que la situación empiece a cambiar en nuestra contra (si es que antes el humano terrestre no termina de destruirse a sí mismo, o a su entorno)

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