martes, 26 de julio de 2011

Dios humano, o dios extraterrestre

A ciertas personas les aterroriza pensar en los extraterrestres desde el punto de vista religioso.  Lo consideran algo herético, y les aterroriza suponer que Dios haya creado vida en otros planetas, peor aún tratándose de vida inteligente.  Es lógico, el ser humano tiene un concepto de Dios tan antropomórfico, que casi lo conceptualiza como a otra de sus posesiones.  De hecho,  si entre nosotros mismos (los humanos de este planeta) nos cuesta compartir a Dios (Cristianos, Judíos, musulmanes etc.) ahora peor nos resultaría compartirlo con los extraterrestres.

¿Creerán los extraterrestres en Dios? , ¿En  el nuestro, en el suyo, o en cuál?. ¿Será un dios diferente al nuestro?. Caso tal, ¿Será el dios de ellos, más poderoso que el nuestro?.  No tengo base de análisis para estos cuestionamientos, dado que no he hablado con extraterrestres (para poderles preguntar).  En cierta ocasión soñé (recalco, soñé) que un supuesto alienígena me mostraba su ciudad,  diciendo (entre otras cosas) que los conceptos religiosos manejados por el humano, eran herencia extraterrestre.  En consecuencia, a juzgar por este sueño, habría de concluirse que los extraterrestres creen en Dios, y que provenimos del mismo creador.  Pero reitero, aquello fue sólo un sueño.

¿Habría algún problema, si creyéramos que Dios es único para todas las criaturas dentro y fuera del planeta?.  Como objeto de ilustración,  a continuación utilizaré la analogía de un padre, sus hijos y sus otros hijos.  Determinado día, cinco hermanos del mismo padre y madre, conocen la existencia de otros siete “medio hermanos” por parte de padre. A raíz de ello pregunto: Acaso eso le da pie a los cinco hermanos, para renegar del padre o de sus siete medio hermanos.  Acaso podrán negar el valor, deberes y derechos de los otros hijos para con su padre.  O peor aún, bajo tales circunstancias (cualquiera que haya sido la razón que generó el aislamiento de los cinco hermanos, para con los otros siete), ¿Podríamos juzgar, criticar o mancillar el valor del padre?.  Pregunto, el hecho de que los cinco hermanos no supieran de los otros siete, implicaría forzosamente que los siete no supieran de los otros cinco.

No me parece que el valor divino pueda ser cuestionado en función a la cantidad de seres creados, sino todo lo contrario.  Su amor debió haber sido proporcional a la cantidad de seres creados, es decir: A mayor amor, más seres creados (considerándolo de facto, un buen padre).  Fuera de nuestros débiles preceptos éticos, morales, políticos, sociales y demás, no podemos juzgar a Dios, ni poner en tela de duda su valor, ni mucho menos su existencia, basándonos en la posibilidad de vida inteligente extraterrestre.  Aceptarlos, de ninguna forma menoscaba o niega su existencia (ni la de Dios, ni la de ellos).  Sin embargo, hay personas que de una u otra forma, creen que al negar la existencia de los extraterrestres, les quitan valor.  Estas personas consideran que siendo los únicos seres inteligentes de la creación, pues, serían los mejores.  Reflejo inequívoco de una mentalidad demasiado circunscrita, obtusa y pobre, que reduce al individuo a su propio ego y  a las rígidas fronteras de su intelecto endurecido.

Algunos podrán creer que el humano fue creado por extraterrestres… yo no.  Es probable que hayamos sido adulterados o intervenidos por extraterrestres, pero no creados.  Ahora bien, como este BLOG es  libremente especulativo, haré el breve ejercicio mental de considerarnos creación de los extraterrestres.  Supuesto número uno: Creación biológica.  Digamos pues,  que fuimos creados (macho y hembra) orgánicamente en algún lugar, para luego ser implantados en algún planeta virgen (previamente adecuado durante milenios, para servir de laboratorio o futuro hogar de la nueva especie).  La metodología, causa y expectativas para con dicha creación, he de reservármelas, por no considerarlas material de análisis en este estudio.  Supuesto número dos: Creación por holograma.  De igual forma, he de reservarme la intención, método y trascendencia de dicha creación.  La teoría del holograma  la expuse en  artículos anteriores, sin embargo he de volver a mencionar brevemente, que cabe la posibilidad de que el humano y el mundo (tal y como lo conocemos) no existan realmente, sino una versión paralela de lo que realmente le ocurrió a la tierra y sus especímenes originarios, hace muchísimos milenios atrás.  

En cualquiera de las suposiciones anteriores, detrás de nuestra creación existiría una entidad creadora (un dios, para efectos de este artículo).  En el primer supuesto, serían extraterrestres sumamente desarrollados, expertos en biología, genética, química orgánica, física estática, dinámica, física cuántica, eléctrica, electrónica, robótica, viajes largos y todas las demás ciencias por descubrir.  En el segundo supuesto, serían extraterrestres demasiado aficionados a los videojuegos de última generación, simulación vital, realidad virtual o algo por el estilo.  E igual de avanzados, o quizás mucho más que los primeros descritos.  Viéndolo desde estos dos puntos de vista, que el humano sea creación de los extraterrestres, es algo  factible.  En caso tal, ellos serían nuestros dioses.  Pero el asunto se enredaría posteriormente, al tratar de averiguar: ¿Quién creó a los extraterrestres?.  Caso tal, pudiéramos suponer que estos extraterrestres que nos crearon, fueron también creados por otros extraterrestres, que para ellos serían, pues, sus dioses.  Y así continuaríamos, en creaciones anidadas, desde el inicio hasta el final de los tiempos.  Por último saldría la pregunta protocolar, y obligatoria de quién creó al tiempo.  Planteamiento que la humanidad ha conocido desde siempre, al formularse la jamás respondida pregunta de: “¿Quién fue primero: El huevo o la gallina? ”.

En consecuencia, después de tanto vericueto mental, he de suponer que Dios sólo hay uno.   Independientemente a  si nos crearon, o nos adulteraron.  Es decir, el hecho de haber sido creación de Dios,  directa o indirectamente (a través de alguien más), no quita mérito a su existencia, ni a su creación, ni a la creación de su creación, ni a la creación de la creación de su creación.  El problema de: “¿Cuál es el dios de verdad, el tuyo o el mío?” es algo que embrutece a la humanidad desde el inicio de los tiempos, y tampoco está vinculado a la posibilidad de vida extraterrestre o su afectación para con los terrestres.  Ahora bien, si uno se ha acostumbrado a percibir, sentir y vivir a Dios, como parte, razón y esencia de la propia existencia,  por qué los extraterrestres no habrían de hacer lo mismo con su dios ( o dioses).  La fe es algo demasiado privado, y el hombre debe tenerlo claro, antes de cuestionar a su vecino terrestre, o extraterrestre.

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