miércoles, 22 de febrero de 2012

Más de seis mil millones de personas podrían morir

Yo tenía veinte años aproximadamente, cuando una logia me enseñó que ciertas razas deben mezclarse con otras razas, para evolucionar favorablemente.  Que si el linaje puro continúa, la misma naturaleza se encarga de eliminarlos a través de taras reproductivas, cataclismos, enfermedades etc.  Como ya habrá de suponerse, estas razas son aquellas que se consideran la peor minoría en los países de mayoría racial blanca.  A saber: Negros, indígenas, chinos, asiáticos y sus derivados.  Como si se tratase de alguna especie de plaga, nos enseñaron que estas razas se multiplicaban masivamente, dado que por llevar la peor parte en la cadena evolutiva, necesitaban la mayor cantidad de reencarnaciones posibles. Con eso se justificaba de cierta forma “natural”, la aparición de enfermedades letales en centros altamente poblados, como el SIDA y el Ébola en África, cierto tipo de gripe en oriente y Méjico (como hoy en día ocurre con la aviar, porcina etc.). Luego, las enormes calamidades climatológicas o geográficas (sequías, inundaciones, hambrunas) diezmando gran parte de la población de economía pobre y alta densidad poblacional, con predominancia demográfica hacia los grupos  raciales desfavorecidos.  El mensaje era bastante simple: Se mezclan o mueren.

Lo que no me explicaron en aquel entonces, era que, en lugares altamente poblados, la posibilidad de desarrollar pestes es mayor, independientemente al tipo racial.  Tampoco me explicaron que el asunto de tener más hijos va ligado al nivel educativo del área, y a la aplicación pertinente de anticonceptivos (mediante una estratégica política de planeación familiar).  Lo cual tampoco está vinculado a la raza.  Mucho menos  me explicaron que el asunto de la mala distribución de las riquezas, propiciaba precariedad en las condiciones educativas y analfabetismo.  En aquella logia tampoco me explicaron que muchos orientales,  indios y negros habían sido violentamente sometidos y desposeídos, dado el avance armamentista de la raza blanca.  Ellos justificaban el dominio de los blancos con una predeterminación racial, casi divina, que en  nombre de Dios mató, robó, violó, expatrió y esclavizó masivamente.  Aquella logia me enseñó que ciertas tribus africanas, en lugar de evolucionar, involucionaban, y en consecuencia, la misma naturaleza los exterminaba. ¿Por qué?  Por pertenecer a determinada raza.  Hoy he podido comprobar que la pésima distribución de las riquezas, es la principal responsable de la disparidad social mundial.  Sin embargo, la versión que sigue predominando es aquella, la de las razas inferiores.

Estos poderosos de SIEMPRE, que han sustentado la mala distribución de riquezas en el mundo,  han mantenido su estatus quo atemorizando masivamente a las personas.  Si bien antes mandaban por delante a la “santa” inquisición, a los cruzados o a sus ejércitos invasores, tal vez ahora generen virus, pandemias, catástrofes geográficas, desastres climatológicos y guerras a modo de “control poblacional masivo”.  Ahora bien, su principal arma siempre ha sido el miedo, la sugestión como instrumento de manipulación de masas, ahora utilizando los medios de comunicación masivos como la radio, la prensa, la televisión y la Internet.  Con el miedo han alcanzado niveles sociales impensables, sin necesidad de incurrir en la tradicional masacre, o en el derramamiento masivo de sangre.  Sin embargo, hay algo que debemos considerar.  Esta especie dominante del planeta fundamentada o no en principios raciales torcidos, no tiene la capacidad de controlar todo el planeta, ni a sus habitantes.  Ellos y sus afines (incluyendo sus ramificaciones mundiales, en los cinco continentes), todos juntos, no ocuparían ni siquiera la cuarta parte de América del Norte.  A mi parecer, esto va más allá de unos deseos incalculables de poder, control, dominio y riquezas.  La tierra es demasiado grande para todos ellos.  Digamos entonces, que ellos, los siempre dominantes, eternamente ricos y poderosos del mundo, son los capataces,  mayorales de quienes sí les interesa la totalidad del planeta. Ellos son los mandaderos de otros, que han empezado a marearnos con esto de la sobrepoblación de hace un buen par de años atrás, utilizando organismos internacionales como la ONU, la organización mundial de la salud etc.

Por el año de 1975, el granjero suizo Billy Meier (considerado un fraude por muchos) sacudió al mundo dando testimonio de su experiencia de contacto extraterrestre (que databa aproximadamente del año 1942)  Y como él, otros tantos contactados dieron fe  en todo el mundo (Incluyendo al muy respetado Sr. Sixto Paz en 1974 aproximadamente) de sus experiencias con extraterrestres, durante dicha década. También para esa época, se levantaron las piedras guías de Georgia (6 metros de alto, con cien toneladas métricas) en Estados Unidos, por un supuesto rosacruz.  Estas piedras llevan inscritas diez normas de guía general para la humanidad, escritas en ocho de los idiomas más populares del mundo (se presume que para una futura reconstrucción de la especie humana, dado un cataclismo masivo)  La primera de estas normas fija a la población mundial en un máximo de quinientos millones.  Curiosamente, ese número de personas es el que le dijeron los extraterrestres al suizo Billy Meier, que era la cantidad óptima de habitantes para el planeta tierra… ¿Acaso nos referimos a una moda, o el suizo Meier tenía algún tipo de contacto con las personas que hicieron las piedras guías?  No tengo forma de saberlo, ni de asegurarlo.  O tal vez, los mismos extraterrestres contactaron al suizo y a las personas que hicieron las piedras guías de Georgia.  El asunto aquí no es ¿Quién contactó a quién? Y si fue o no verdad el contacto.  El asunto aquí es ¿Por qué quinientos millones?.

Por otra parte, Alex Collier, supuesto contactado de extraterrestres de Andrómeda, menciona que el planeta Tierra y sus recursos bien distribuidos, tiene capacidad de albergar 16 mil millones de humanos.  Ahora bien, ¿Por qué querrían estos otros extraterrestres (supuestos Pleyadianos) mantener una población máxima en la tierra de quinientos millones de habitantes? ¿Por la sanidad del planeta? ¿Por la sanidad de la especie humana? Pienso yo que si los extraterrestres quisieran realmente bien, o mal, para la tierra y los humanos, su presencia sería más definitiva y manifiesta.  Se podrán decir muchas cosas, pero, lo cierto es que su presencia en la tierra, para con los humanos, está en términos medios, ocultos, grises, no definidos.  Así que, ni si quiera podemos decir si es para bien o para mal.  En mi opinión, todo lo que se oculta, o no se manifiesta de una forma contundente y definida, no anda bien...  Quinientos millones es la masa crítica manejable en este, su enorme laboratorio que llamamos tierra.  Así como lo he dicho antes,  yo considero que de alguna forma somos un experimento en observación extraterrestre, y el máximo número de ejemplares que ellos pueden manejar en su “laboratorio” es de quinientos millones.  

De toda la gran inmensidad que representa el universo, en tantos años que lleva la especie humana terrestre, ¿Cómo es posible que no hayamos topado vida inteligente alienígena aún?  ya fuere para bien o para mal nuestro.  Pareciera que estamos siendo observados, o protegidos.  E inclusive, en cierta forma, la estabilidad de la tierra como cuerpo celeste, aparentemente, repito, aparentemente protegida de eventualidades astrales de nuestro sistema solar o fuera de él, fortalece la posibilidad de que seamos colonia experimental extraterrestre.  Digo colonia experimental, porque si fuéramos una colonia de facto los extraterrestres se manifestarían públicamente (cosa que no hacen, apenas limitándose a unos cuantos contactados y avistamientos furtivos)  Cuando se lleva un experimento de especie, por lo general se marca  a unos cuantos especímenes,  y se observa su conducta en un ambiente lo más naturalmente logrado y mantenido. Se estudia el comportamiento de la especie (o de los especímenes seleccionados) en función de ciertos factores propios al medio, o externos a él, simulados y controlados por quienes llevan el experimento.Tal vez así se explique la gran cantidad de personas en el mundo, que han sido abducidas y regresan con implantes subcutáneos de origen metálico extraterrestre.  Como sujetos de prueba.El área de laboratorio debe mantenerse estable, apenas afectada por  factores controlados y  propios al experimento.  Todo esto también me hace recordar los extraños objetos esféricos que han venido cayendo del cielo en varias partes del planeta (favor leer artículo "Siguen cayendo objetos no identificados del cielo") y las pesadas cajas de procedencia desconocida que aparecieron en Estados Unidos.  Son partes de satélites y basura aeroespacial nuestra, o son parte de un mecanismo de control climatológico o geográfico masivo, de los seres que posiblemente controlan la tierra y a sus habitantes como área experimental.
 
Si se considera que una masa poblacional de quinientos millones de habitantes,  es demasiado para  experimento de especie-medio, consideremos quiénes pudieran estarnos manipulando.  Hablamos de civilizaciones altamente tecnológicas, que posiblemente manejen velocidades superiores a la de la luz, teletransportación, transportación interdimensional o interuniversales mediante agujeros de gusano u otra tecnología superior, capaces de doblar el tiempo espacio a libre antojo, civilizaciones con amplios conocimientos genéticos, posibles maestros de la clonación parcial o total, arquitectos de planetas, sistemas solares o galaxias.  Si nuestros antiguos pudieron haberlos considerados dioses, es prudente entender que aún con todo nuestro desarollo, seguimos estando muy alejados de ellos en casi todos los aspectos: Longevidad, ciencia, civilización y posiblemente hasta espiritualidad.  Luego, quinientos millones de especímenes sería una cantidad perfectamente manipulable para ellos.  Ahora bien, siete mil millones de habitantes, es casi siete veces más complejo de manipular.  Definitivamente, si no estamos muy próximos a sufrir una reinicialización de parámetros, tendríamos que considerar si efectivamente vivimos inmersos en un experimento fallido (abandonado o a la deriva) o  sólo deambulamos frente a una oportunidad que no supimos aprovechar como especie, a la espera de nuestra autodestrucción.  

En el supuesto de que sea así, que fuéramos una colonia de cultivo para experimentos genéticos y de interacción especie-medio, es probable que nos hayan permitido exceder el rango poblacional para someter el entorno a una prueba de estrés, de límite sobreestimado.  Quizás pensaron que nos auto regularíamos pero no lo hicimos, tal vez hemos llegado a un extremo que pone en riesgo al laboratorio.  De cualquier forma, tal parece que ya está llegando la hora de que regresen la población experimental a su máximo permitido, y nos están mandando mensajes leves, por todas partes, tal vez hasta simulando afectaciones geográficas, climatológicas, guerras, pestes, mortandad de especies, cualquier cosa que propicie la antesala y el colchón intelectual-emocional para aplicar el correctivo (la masacre de más de seis mil millones de personas) sin que la masa restante o el laboratorio se echen a perder.  Recordemos que la masa ha sido reducida anteriormente, y posee en su consciente colectivo recuerdos catastróficos.  Implantar la idea de “reducción natural", no ha de ser tarea muy complicada, aún mejor, considerando el nivel de negatividad que maneja la masa actualmente. ¿Entonces, qué podrá venir a continuación?... ¿Será que el proceso de reducción en masa y exterminio ha iniciado, o está próximo a iniciar?  Como sea, eso lo sabremos con el tiempo.