jueves, 13 de octubre de 2011

Los humanos y las quimeras extraterrestres marinas


Honestamente, no me creo del todo, aquello de que los marinos de la época antigua, no se atrevieran a navegar hasta el borde del mundo, aceptando la probabilidad de “caerse al vacío”.  Digo borde del mundo porque debemos recordar, que en aquella época se pensaba que la tierra era plana, por el efecto óptico de la línea de horizonte.  Digo, siempre hay aventureros, gente que le gusta subir a la azotea del edificio y asomarse al “borde” para ver qué hay debajo.  Personas que, definitivamente no sufren de vértigo, ni le temen a las alturas como yo a las pesadillas.  Hoy existen, no son pocos,  y lo más probable es que existieran también  en la antigüedad.


 Estamos hablando de gente que no eran precisamente salvajes.  Construyeron Pirámides, megalitos, sistemas de riego sofisticado, tuberías y estudiaron el cielo a detalle, con conocimientos de matemática profunda, lógica y filosofía.  No me parece razonable el hecho de que  no hubieran intentado acercarse “al fin del mundo” sólo por temor.  Es más, dada la curiosidad que siempre ha metido en tan densos problemas existenciales al ser humano, es bastante probable que varios (por no decir muchos) hubieran ido más allá de sus limitantes tecnológicas,  regresando satisfactoriamente.  De hecho, existen leyendas sobre las cartas navales que utilizó Cristóbal Colón en el descubrimiento de América, cuyo origen se presume fenicio.  También se han manejado hipótesis de que los Vikingos, llegaron antes a América.

Pero, ¿Qué pudo haber detrás de todas estas historias de serpientes marinas gigantescas, dragones escupe fuego, etc.?.  Digo, también cabe la posibilidad de que hubieran topado algunas especies de criaturas prehistóricas, sobrevivientes hasta entonces.  Tal y como se presume actualmente con relación al famoso monstruo del Lago Ness (Escocia), o en el peor ejemplo, al mismísimo pie grande, abominable hombre de las nieves, o como se le quiera llamar. Un dinosaurio a destiempo, tal vez…  No sé si eso sería más fácil de creer, que aceptar la teoría OVNI más propiamente hablando.  Existen testimonios de pilotos de aeronaves modernas, que han manifestado la presencia OVNI como “indescriptible e inimaginable”.  Ya fuere por sus magnitudes, la luminiscencia que emanan, la velocidad, los tipos de movimientos y demás atributos “sobrenaturales”.  Ahora bien, qué especie de racionalización podría inocular a nuestros antiguos, para no homologar a una enorme nave extraterrestre en franco ascenso o descenso, con una enorme criatura marina bota fuego.
Si en la actualidad estos OVNIS se cuidan mucho de ser vistos por el humano, ¿Por qué antes no? (Considerando la gran cantidad de posibles avistamientos, que fortalecerían cuantitativamente la generación de tales leyendas en diferentes partes del mundo). ¿Acaso (fuera de los propios requerimientos de movilización) existiría algún interés de asustarnos de semejante forma?...  Existe una antiquísima leyenda extraterrestre, que relaciona la parte de la historia humana con la confección de la torre de babel, y cómo supuestos extraterrestres conspiraron para distanciar a los humanos entre sí.  Dado que de una u otra forma, unidos podríamos, si bien no representar una amenaza para ellos, tal vez sí un problema salido de proporciones.  Luego, considerando los posibles intentos de exterminio humano, imagino que en algún momento desistieron, o les prohibieron seguirlo intentando.  En consecuencia, decidieron mantenernos divididos, separados, peleados y desconocidos.
 
Para entender la factibilidad de esta suposición, es necesario  pensar un poco más y recordar quién era el humano nativo de la Tierra (según la fenomenología extraterrestre).  El humano originario de la Tierra era un ser de naturaleza pacífico, telépata y sumamente espiritual.  Luego llegaron estos extraterrestres, y por darnos facultades de segunda mano (mezclándose genéticamente con nosotros) nos quitaron/durmieron estos atributos naturales, que nos hacían seres superiores de nacimiento.  Curiosamente, en algo muy similar al canje que hicieron los españoles de la conquista con los indios, ofreciéndoles espejos por oro, nosotros perdimos el oro de nuestra especie a manos de estos supuestos extraterrestres.  Es decir, que en cierta forma, quizás no tan remota, el ser humano unido habría de resultarles menos manipulable inclusive. 
De allí tal vez tanto interés por mantenernos separados, asustándonos con sus enormes naves espaciales.   La realidad reinante a la fecha es:  Disgregación, disociación, separación, guerra, muerte entre hermanos de la misma especie.  Tal vez, si hubiéramos seguido unidos y no intervenidos, viviríamos aún en el "paraíso", y estaríamos mucho más avanzados de manera natural, es decir, no tecnológica, de forma espiritual, no racional (como ellos).  Pero nos cuartearon, estancándonos junto a ellos.  Ahora no precisan de sustos para distanciarnos, porque las distancias las generamos y mantenemos  nosotros mismos, con rencores, aversiones y exterminios bajo cualquier pretexto (ideológico, racial, religioso o existencial).

Yo no sé qué piensen ustedes, pero yo creo que nada peor puede ocurrirle al humano.  Al humano que va más allá de sus restricciones ancestrales, dogmas, mitos y terrores infantiles.  Ya los monstruos no viven entre un mar y el otro, sino entre las ideas y los hechos.  Gracias a Dios, siempre existiremos los aventureros, soñadores hoy, mañana descubridores, y luego colonizadores de una nueva vida, de una mejor especie.  En forma y esencia: Humanos.

martes, 4 de octubre de 2011

Cosas raras sobre el supuesto meteorito que impactó Argentina

Este artículo está basado en información leída de varios sitios Web,  sobre el trágico evento suscitado en la localidad de Esteban Echeverría, Buenos Aires Argentina.  Lo he escrito sin ánimo de lucro o relevancia, y siempre condolido para con todo el luto por dicho evento. Tristemente, la desgracia ha querido que el suceso trascienda a conocimiento público-mundial, incluyendo junto a sí toda la fanfarria que eso genera.  Sin embargo, pese a las explicaciones y leyendas surgidas,  nos quedan dudas, cuestionamientos que a continuación expongo con respeto y sin querer ofender a nadie.  Gracias.
Uno de los testimonios que se barajaron, refería una enorme bola azul (o roja) en el cielo.  A simple vista, cualquiera diría que se trataba de algo fantástico, sin embargo, hemos de recordar que la llama de  la estufa es azul. Que estuviera en el cielo…supongamos que el gas corrió de las casas hacia arriba, expandiéndose.  Luego tocó una chispa en algún poste eléctrico o telefónico, y explotó generando la enorme bola azul.  Dicho sea de paso, actualmente todo apunta a una fuga de gas. Sin embargo, esto no explica el testimonio de “la enorme bola en movimiento”.  Por otro lado, ¿Dónde quedó el fuego?  Considerando que se trató de una enorme bola azul en el cielo, digamos que la explosión generó la onda expansiva que destruyó todo, pero: ¿Dónde quedó el gran incendio que debió suscitarse?.

También se dijo que la explosión se debió a  la manipulación de ciertos tanques de gas, con relación a determinado horno de pizza.  Pero las fotos del accidente muestran un detalle muy claro relacionado a esto.  Tanques de gas bastante enteros, como para haber originado, o continuado una explosión de semejante magnitud y naturaleza. A no ser que los tanques fotografiados, tampoco correspondan a la casa donde se originó el evento (lo cual es factible).  Luego me surge la pregunta: ¿Tendrían aquellos tanques de gas, la capacidad de destruir completamente dos casas medianas y tres automóviles (levantándolos en el aire, como si fueran plumas de gallina) ?, afectando de igual forma varias cuadras alrededor.  Por otro lado: ¿Quién va a estar manipulando tanques de gas, a esa hora de la madrugada (las dos de la madrugada)?.  Lo curioso es que, quien los haya estado manipulando, hubiera muerto en el intento, aumentando de facto la cantidad de fallecidos.  Sin embargo, es factible.

El meteorito constituye la tesis más popular manejada.  Algo que, dado los testimonios parece totalmente creíble.  Aún así, recordemos que hace poco se desmintió la caída de un supuesto meteorito en Cuzco, Perú. Hubo mucha efervescencia, fue televisado ¿Y luego?...nada.  ¿Pero por qué no podría ser?, la tierra y la luna  se ven frecuentemente impactadas por meteoritos no apocalípticos.  Los más grandes han sido oportunamente alejados por nuestro gran hermano mayor, Júpiter.  Ahora bien, nadie quita que algún pequeño, haya podido escaparse del azar existencial que  mantiene vivos e ilesos a los humanos.  Realizándonos una brevísima demostración del infinito poder natural extraterrestre.  Sin embargo, la fuerza de choque y su correspondiente onda expansiva, debió haber dibujado un buen cráter.  No así, una gran montaña de escombros.  ¿Entonces, dónde está el cráter?. 

Curiosamente, el suceso ocurre algunas horas después de que se adelantara (por el mal clima solar) la caída NO CONTROLADA de un satélite (el  polémico UARS), supuesto a precipitarse varios días después.  ¿Acaso sonaría "la caída de un satélite", más verosímil  o menos irresponsable que la de "un meteorito" inesperado y rebelde?...  Pese a que el organismo responsable, ha negado toda relación entre dicho evento y la explosión bonaerense, me parece mucha casualidad la proximidad cronológica.  Cuál sería la posibilidad de que ocurra una explosión "accidental", en el momento justo en que cae un satélite en la otra esquina de la cuadra. ¿Dónde quedaron los restos? ¿Por qué, asumiendo que la pieza bajó incendiada, no se produjo un incendio general? ¿Dónde quedó el cráter que debió generar el impacto?.


La diferencia de carga entre las nubes y la tierra, genera la descarga eléctrica que todos conocemos como “rayo”.  Dicho fenómeno, suele estar compuesto por dos componentes básicos: Un estruendo que denominado trueno, y un destello lumínico que llamamos relámpago. La fuerza del rayo es brutal, destruye y quema poderosamente lo que se le interponga en el camino.  Genera incendio, sólo si en el evento llegara a encontrar algún material combustible.  Las casas se construyen con una punta de metal conductor, para bajar el rayo a tierra sin causar mayores daños. A juzgar por los testimonios de los testigos (una bola de color rojo, un silbido y seguido la explosión) lo que impactó en Esteban Echeverría no fue un rayo, ni cualquier otra forma de descarga eléctrica. Aunque los estragos fueron tan brutales, que si bien podrían ser confundidos, existe una evidencia que lo rechaza categóricamente.  Cualquier descarga eléctrica de semejantes proporciones, hubiera causado un daño considerable  sobre el alambrado del lugar.  Sin embargo, sólo se han reportado afectaciones medias, que sugieren algún tipo de “impacto” más que una “descarga”.
Lo de Esteban Echeverría, tuvo todo el aspecto de una explosión controlada y en el aire.  No hubo cráter, ni fuego,  porque el objeto jamás tocó tierra.  Tampoco fue algo incendiario, aunque sí muy caliente (tan caliente que chamuscó al contacto, en lugar de incendiar).  Tal vez estemos hablando de altas concentraciones de energía, evidenciada en el gran espectro lumínico, y una subsiguiente explosión eléctrica-calórica (como quien cauteriza).  La onda expansiva destruyó las casas, levantó los autos, pulverizó los hornos de pizza y destruyó parcialmente los tubos de gas, quemando todo a su paso (sin incendiar).  Pero lo que haya sido, se destruyó en el aire (por eso hablo de explosión controlada) y generó semejante montaña de escombros, sin causar muchas víctimas (cosa que no caracteriza a las explosiones por gas, ni demás incendiarias, de semejante alcance).

Lo del satélite fue meramente coyuntural, y es posible que se haya utilizado de tapadera para algo que no nos han querido decir, aunque, de cualquier forma nos enteraremos.  Sin sonar sensacionalista, ni amarillista, recordando que este es un sitio de libre opinión y meramente especulativo, a mí me parece que de buenas a primeras nos van a volver a sorprender con “otra caída de satélite ”, “un viaje seudoprogramado al espacio”, o algún fenómeno “natural” venido del cielo.  La pregunta del millón es: ¿Será verdad, o no?.  Recordemos que así como nos traen de un lado a otro con “el consumismo y el capitalismo salvaje”, nos llevan  como veletas halados del miedo.  Entre tanto “reality show” político-mundial, nos traen dormidos por una parte (con guerras, pestes y circo), mientras que por otra se niegan a explicar claramente lo que le está pasando al planeta.  Apenas los mismos comentarios del calentamiento global, el efecto de invernadero y el agujero en la capa de ozono.  Pareciera que nos estuvieran entreteniendo, mientras algo más ocurre, o estuviera por ocurrir.  O tal vez sólo nos estén advirtiendo de algo, de lo que en el fondo no quieren advertirnos.  Como si hubiera una mentira de mayor peso, cubriendo a una posibilidad fatalista de alto riesgo.  Tampoco quiero parecer paranoide, pero, los cambios en la tierra están ocurriendo relativamente rápido, y no se circunscriben ni se limitan a una cuestión climatológica exclusivamente.

Ahora bien, ¿Dónde quedaron los restos de ese “algo” que pudo haber impactado a la comunidad de Esteban Echeverría?.  Digo, a juzgar por el alcance de la explosión, es muy poco probable que haya quedado algo.  Y de haber quedado, siquiera polvo ¿Estaríamos en la capacidad de reconocerlo?. Y de haber podido reconocerlo, ¿Estarían los investigadores en la capacidad de publicarlo?.  Tal vez   sea mejor "aceptar" la fuga de gas, hasta que alguien se atreva a confrontarla (dentro de algún tiempo), asumiendo para sí  el efecto de la desacreditación y difamación.  Por el momento hemos de verlo como un evento aislado, dado que la cordura nos impide formalmente considerarlo continuidad de algo menor, o  inicio de algo mayor.  De cualquier forma, TODO apunta a que NO estamos preparados ni para el azar del destino, ni para alevosía de cualquier supuesto.